Un día cualquiera llegas a tu lugar de trabajo y notas que no es como la mayoría de los días, algo flota en el ambiente, no es que nos quedamos dormidos, el café no esta hecho... el saludo de tu jefe no es igual, la mirada de ciertas compañeras o subordinadas es diferente.
El llamado del mayor referente de la empresa resuena insistentemente en tu teléfono...¿Contesto o no?? ¿Si siempre hable y NUNCA hubo problemas?? pero esta vez sentís en la piel otra sensación, la mirada del dr. es punzante, como diciendo...¿En que te metiste?? un uno piensa...EN NADA, EN NADA. Ahora bien, ¿Porque pensar lo peor, si uno esta tranquilo?. pero es la paranoia en la que vive dentro del trabajo.
Camino por el largo pasillo que separa la oficina de presidencia, ¿Que me espera, la gloria o la guillotina?
Lamentablemente la mediocridad esta frente mio, siento como esos ojos se clavan en mi persona, pienso por donde vendrá el dardo envenenado, quien habrá estado ayudando a generar dicha situación...